El uso desmedido y sin control de la tecnología en los niños puede generar problemas de salud, desórdenes en el sueño, irritabilidad, bajo rendimiento académico, aislamiento y depresión, y esto se refleja en los tiempos que permanecen conectados, el comportamiento que asumen con sus pares y mayores, o el desinterés frente a otras actividades y tareas cotidianas. Así lo explica la neuropsicóloga Carla María Kusiner, de la Universidad de Palermo, Argentina, al referirse, por ejemplo, a los juegos interactivos para niños, de los cuales dice: “Generan una elevada expectativa frente a la recompensa, por lo que si no se alcanzan las metas o los niveles deseados provocan irritabilidad y descontento”. A su vez, la psicóloga Ana María Reyes sostiene que una exagerada exposición a la red puede ocasionar en los pequeños graves repercusiones en su comportamiento. “Los niños que usan la tecnología constantemente y sin control se alejan del cumplimiento de sus deberes, y ello genera ansiedad